El día de ayer se realizó una conferencia en el
SAE Institute, ubicado en la Colonia Condesa en el D.F., sobre el uso de la narración como recurso visual en el arte japonés. Esta charla,
La narrativa gráfica japonesa: del emakimono al anime y el manga, impartida por el profesor
Toshihiro Jinnouchi 陣内利博, forma parte de un taller organizado por el mencionado instituto y ha contado con el apoyo de
Fundación Japón en México.
La conferencia se dividió en dos partes. En la primera, el profesor Jinnouchi presentó al público participante una introducción general a la historia del arte japonés a partir de algunos ejes centrados en el uso de los sistemas narrativos, y en algunos de los más evidentes circuitos de producción y patrocinio de productos visuales, en diferentes épocas del desarrollo de la cultura material y visual japonesa.
A partir de imágenes vinculadas con el mundo religioso budista, la corte imperial, la aristocracia samurai, la cultura popular urbana, y la importación de objetos e imágenes de Occidente desde el siglo XVI, se intentó mostrarnos un historial de precedentes en el uso de algunos recursos narrativos que pudieron haber servido de base para el posterior desarrollo, de la posguerra hasta la actualidad, de la industria del
manga y el
anime japoneses.
Esta idea, muy recurrente en los últimos veinte años en una buena parte de las investigaciones que rescatan e historian la vida y quehaceres del mundo de los comics y de la animación en Japón, en mi opinión debe ser adecuadamente matizada. A pesar de que, por supuesto, existen abundantes ejemplos en la historia de las imágenes japonesas que evidencian el uso de estrategias narrativas visuales, esto no implica necesariamente que estos productos contemporáneos sean directos herederos de las diferentes tradiciones representativas previas. Por lo tanto, es muy importante también tomar en consideración las propias características y condicionantes de la industria del manga y el anime, así como sus contextos y aquellos diferentes lenguajes "nuevos" de los que se apropia (como el cinematográfico, por ejemplo).
En este sentido me pareció efectivo el uso que, para la conferencia, el profesor Jinnouchi le dio al término hyōgen-gura 表現蔵 (yo lo traduciría como repertorio representativo), es decir aquel acervo de imágenes previas que forma parte de ese "archivo visual" (como él lo llamó) con el que hoy día contamos, y del que cualquier creador contemporáneo se puede apropiar, sin que eso implique un pedigree inmediato de los productos actuales.
Finalmente, la segunda parte de la conferencia fue dedicada a mostrarnos, a partir de reproducciones de antiguos rollos ilustrados (emakimono 絵巻物), algunos de esos antiguos ejemplos en su totalidad, reviviendo las formas en que esos rollos eran "leidos"; ocasión casi única, ya que las formas más comunes de tener contacto con ellos hoy es a partir de fotografias de fragmentos. Esta, para mi, fue la cereza del pastel de la conferencia, que además permitió entender (a partir de la experiencia) cómo funcionaron en este soporte algunas de las estrategias narrativas que fueron precisamente el tema central de la charla.
De nuevo, agradezco a SAE Institute, a Fundación Japón y al profesor Toshihiro Jinnouchi por esta posibilidad y agradable tarde de lunes.